El envejecimiento ocasionado por el paso del tiempo, la exposición prolongada a los rayos solares o el estrés causado por la vida cotidiana se hacen especialmente patentes en nuestro rostro y el cuello, provocando surcos y pliegues que hacen que la expresión pierda definición. Todos estos signos pueden encontrar solución mediante un lifting facial.

¿Qué es el Lifting Facial?

El lifting facial es un procedimiento quirúrgico que se realiza en un quirófano, habitualmente con anestesia general, pero no siempre, y que casi siempre precisa un día de ingreso hospitalario sobre todo para control las primeras 24 horas.

No es un procedimiento único, es un conjunto de tratamiento quirúrgicos específicos e individualizados para cada caso. De este modo reponemos la piel y la musculatura en su original disposición a través de incisiones largas, incisiones cortas, incisiones debajo de la barbilla, detrás de la oreja, ocultas en el cuero cabelludo. La elección de la incisión o vía de abordaje dependerá del cirujano, del área que queramos mejorar y de las necesidades de la paciente.

¿Puede el lifting combinarse con otros tratamientos?

El lifting facial se acompañara de liposucción de cuello y cara si es necesario, de blefaroplastia, de láser de resurfacing para las pequeñas arrugas, de materiales de relleno, injertos de grasa. Es decir, es un tratamiento integral destinado a recuperar la belleza perdida posicionando las estructuras faciales en su ubicación original a través de mínimas incisiones y tratamientos complementarios.

¿Cómo es el postoperatorio del lifting facial?

Dependiendo del tipo de lifting realizado, la operación durará entre dos y cuatro horas, después de la cual dejaremos unos tubos de drenaje y un vendaje compresivo durante unos días. El lifting facial es una cirugía relativamente agresiva que necesita de unas dos semanas para una recuperación total. Las cicatrices evolucionan durante los primeros meses, pero desde las dos semanas ya se pueden maquillar.

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